La contaminación bacteriana es sin duda el mayor peligro para las taladrinas. Por ello, ya se trate de sistemas centralizados o de máquinas individuales, conviene adoptar algunas medidas para disminuir todo lo posible el riesgo de contaminación:
1.- Emplear la taladrina a la concentración adecuada.
2.- Controlar el pH entre los niveles previstos.
3.- Hacer circular la taladrina, sobretodo los fines de semana, para evitar la proliferación de bacterias anaerobias.
4.-Disponer de un buen sistema de limpieza (filtración, separación magnética, decantación, etc.) de la taladrina en uso. La taladrina debe ir siempre limpia a la máquina.
5.- Hay que limpiar y desinfectar los sistemas antes de cualquier cambio de producto. Es imprescindible una limpieza adecuada del sistema de refrigeración (depósito, tanques, canaletas, máquinas) cada vez que éste se vacíe.
Deben limpiarse mecánicamente todos los residuos acumulados en los baños y conducciones y después proceder a una limpieza y desinfección química.
6.- No deben verterse a la taladrina sustancias extrañas (restos de comida, tabaco, serrín, trapos, etc.).
7.- Los aceites hidráulicos y de engrase tampoco deben contaminar la taladrina, ya que quedarían flotando e impedirían su aireación cuando se paran las máquinas. Si encima de las taladrinas quedan aceites deben retirarse lo mejor posible.
Si se detecta que un baño está contaminado, será necesario utilizar un limpiador desinfectante del tipo IBERCLEAN-S antes de añadir un nuevo fluido de corte. De esta manera se conseguirá desinfectar y eliminar la suciedad del baño.
A nivel de laboratorio, QUIVACOLOR dispone de cultivos que permiten realizar controles microbiológicos a los fluidos de corte para determinar la presencia de hongos y bacterias.