El mantenimiento preventivo consiste en la inspección y limpieza periódica de equipos e instalaciones, incluyendo la lubricación, comprobación y sustitución de piezas en mal estado.
Desde el punto de vista de la prevención de la contaminación, el mantenimiento preventivo, así como la reposición de niveles y materiales, pueden minimizar fugas, derrames, pérdidas por evaporación y otros escapes de productos químicos potencialmente tóxicos.
Operaciones de mantenimiento relacionadas con los fluidos de corte:
– Realizar un seguimiento de los fluidos de corte en servicio mediante el control de la concentración (REFRACTÓMETRO), pH, conductividad, viscosidad, concentración de partículas, tendencia a la formación de espumas, etc.
– Mantener el área de trabajo libre de suciedad para evitar la contaminación de los fluidos de corte. En las operaciones de cambio y sustitución del fluido de corte asegurarse de que todo el sistema refrigerante está limpio, mediante productos tipo IBERCLEAN-S.
Operaciones relacionadas con los aceites de lubricación:
– Realizar un seguimiento de los aceites de engrase y lubricación en servicio, controlando la evolución de los mismos durante su servicio, mediante la medida de la conductividad, de la concentración, viscosidad, etc., para optimizar el momento del cambio.
– Efectuar un mantenimiento preventivo de las máquinas-herramienta, principalmente en lo referente al sistema de lubricación para reducir pérdidas por derrames y contaminaciones de los fluidos por fugas, etc.
– Extremar las precauciones al rellenar los niveles de aceites y otros fluidos, reduciendo el riesgo de derrames, que deterioran el suelo y cuya limpieza puede dar origen a la contaminación de las aguas.
Operaciones relacionadas con los desengrases:
– Instalar un sistema de destilación para la recuperación de disolventes. Así sólo quedará como residuo un fondo de destilación que será tratado como residuo peligroso.
– Cierre inmediato y correcto de los envases con disolventes en las operaciones de limpieza para disminuir las emisiones al ambiente de trabajo y la posibilidad de pérdidas por derrames.
– Seleccionar disolventes de baja volatilidad y densidad elevada, o productos en base agua (ver familia de productos DSE), dado que se reducen las emisiones y se mejora las condiciones laborales de los operarios.