En los engranajes de dientes rectos de las ruedas dentadas que componen una caja de cambios se dan unas necesidades muy especiales de engrase, ya que durante el contacto físico de unos dientes contra otros se produce una combinación de rodamiento y deslizamiento longitudinal. En los engranajes hipoides, además, se produce un deslizamiento lateral, que viene a complicar el mantenimiento de la película de aceite lubricante.
La mayoría de los aceites destinados a lubricar cajas de cambio y grupos diferenciales son aceites minerales de alta viscosidad, que además incorporan aditivos de extrema presión, que actúan sobre las superficies metálicas de los dientes, formando sobre ellos un recubrimiento protector que evita el rayado posterior del res-to del material que compone el engranaje.
La elevada viscosidad de los aceites favorece el mantenimiento de la película de aceite sobre el metal, pero el grosor de esta película disminuye con la temperatura, las altas presiones y la velocidad de rotación de los engranajes, de manera que se podría llegar a producir un indeseable contacto metal-metal. Es entonces cuando intervienen los aditivos de extrema presión impidiendo el gripado del sistema.
Estos aceites también deben llevar incorporados aditivos antiespumantes y antioxidantes, ya que durante el trabajo propio de las cajas de cambio se produce un continuo batido del aceite a temperatura elevada en contacto con el aire, que favorece la formación de espumas y la oxidación del aceite.
El aceite IBEROIL REAL SUPER es un aceite específico para este tipo de engranajes y se recomienda para su uso en talleres de mantenimiento de camiones, autobuses, maquinaria pesada, de obras públicas, canteras, remolques, etc. Este aceite formulado con aditivos de extrema presión mejora la lubricación reduciendo el desgaste y proporciona una elevada estabilidad térmica y un buen funcionamiento de los mecanismos. Es compatible con todo tipo de juntas, muy estable a la oxidación, y previene el desgaste de pistones y rodamientos, además de evitar la corrosión del cobre y sus aleaciones, presentes en las cajas de cambio en forma de casquillos, husillos sin-fin, etc.