Los fenómenos corrosivos que comprometen la vida de un metal son cinco.
a) Corrosión atmosférica. Se puede presentar en un ambiente industrial, marino o rural, o en una combinación de ellos como suele suceder en las atmósferas urbanas.
b) Corrosión acuosa. Se puede presentar en ríos, mares, etc. siendo los agentes corrosivos el oxígeno, el dióxido de azufre, las sales disueltas en el agua de los ríos, el agua salada de los mares, así como la flora y fauna que flota sobre el agua.
c) Corrosión galvánica. Puede aparecer por formación de pilas que originan el paso de corriente eléctrica , la cual ocasiona la corrosión en la superficie del metal.
d) Corrosión mecánica. Se puede producir como consecuencia de la presencia de tensiones internas mecánicas en el material o bien por la presencia de fricciones con vibración (desigualdad de metales en contacto, presiones de contacto, etc.).
e) Corrosión química. Se suele producir por la presencia, en el ambiente que rodea al material, de lubricantes, combustibles o diversos productos químicos.
Los métodos para combatir la corrosión también son cinco.
a) Modificación de las propiedades del metal mediante la formación de aleaciones metálicas, como es el caso de los aceros inoxidables, el titanio, etc.
b) Modificación del medio que rodea al material. Si el medio es líquido se pueden añadir inhibidores de la corrosión (ADITIVO 190), si es gaseoso se puede eliminar la humedad y la contaminación, etc.
c) Protección del metal mediante la pasivación del mismo (LA-610).
d) Protección mediante recubrimientos metálicos. Se hace a través de las técnicas de niquelado, cromado, plateado, dorado, cincado, etc. (QUIVAZINC, QUIVAINOX, etc.).
e) Protección mediante recubrimientos orgánicos no metálicos. Es el más conocido y aplicado, y donde entrarían en juego muchos productos de QUIVACOLOR, ya que se trata de recubrir el metal con sustancias orgánicas de muy diversa naturaleza como pueden ser resinas, betunes, aceites, etc., que son los elementos que constituyen las Pinturas, Grasas y Aceites antioxidantes de QUIVACOLOR (AFTOR, IBERUST, QUIVAGRIP, REVES, etc.)
Cabe resaltar, por último, que sólo se logrará prevenir la corrosión si se aplica a cada material a proteger el procedimiento adecuado, de manera adecuada (es decir, sin regatear medios para ello, pero tampoco derrochándolos), y en el momento justo, cuando todavía haya tiempo de evitar el daño.