Es bien sabido que un aceite industrial para reductores de velocidad, compresores, sistemas hidráulicos, etc., con un determinado paquete de aditivos no se debe mezclar con un equivalente de otra marca porque pueden presentarse reacciones negativas entre los aditivos de uno y otro.
En casos como estos, en los que se requiera mezclarlos, es requisito indispensable hacer pruebas de compatibilidad, principalmente en cuanto a propiedades antiespumante y antiemulsionante se refiere.
En el campo de la automoción esta situación puede ser aún más crítica si se adiciona un aceite de calidad API superior o inferior al utilizado, dando lugar a posibles reacciones que pueden acarrear problemas de desgaste prematuro en las diferentes partes del motor.
Por otra parte, nunca se debe añadir aditivos a un aceite que se encuentra en servicio con el fin de mejorar sus propiedades porque estos aditivos pueden entrar en conflicto con los del aceite y el aceite puede perder otras propiedades como la resistencia a la formación de espuma, emulsibilidad, etc.
Los aditivos únicamente se pueden mezclar con la base lubricante de acuerdo con la formulación del aceite previamente establecida por el fabricante del aceite y sólo durante su proceso de producción.
Los aditivos deben ser solubles en la base lubricante y el efecto que le confieren es específico para el aceite que se desea obtener, es decir, que un aditivo que es efectivo en una base lubricante puede no serlo, al menos en el mismo grado, en otra.
En los laboratorios de QUIVACOLOR se pueden realizar ensayos sencillos de compatibilidad, que permiten establecer si dos aceites aditivados son compatibles.
Ante la duda, y con objeto de no perjudicar la maquinaria de los clientes, solicite la ayuda de nuestro departamento técnico.