El fenómeno de la corrosión es un proceso electroquímico en el cual el acero se transforma en óxido de hierro bajo la acción imprescindible de la humedad y el oxígeno.
Un procedimiento que la evita es la formación de una barrera impermeable en contacto con el acero que impida la acción combinada de humedad y oxígeno atmosférico. Al no existir reacción química, no habría lugar a la oxidación.
Esa acción de barrera la puede ejercer la capa de pintura, pero las pinturas no son totalmente impermeables y por ello hay que añadirles unos compuestos inhibidores de la corrosión para que su efecto sea lo más duradero posible.
El polvo de zinc es un inhibidor altamente eficiente que ejerce una protección de sacrificio, se oxida antes que el hierro y de esta manera se evita la degradación del metal.
Las pinturas ricas en zinc más utilizadas son:
EPOXI-ZINC, donde se une el poder anticorrosivo del zinc y la acción protectora de las resinas epoxi.
SILICATO INORGANICO DE ZINC, que aporta resistencia a la temperatura, hasta 400ºC.
Estas pinturas tienen que recubrirse con una capa de pintura de INTERMEDIA EPOXI para sellar perfectamente la capa de zinc, antes de darle la capa de acabado de poliuretano QUIVAURETANO MH.
Un factor importantísimo para la buena capacidad protectora de una pintura es el espesor de capa depositado. Cuanto mayor sea, la humedad y el oxígeno encontrarán más dificultades para su penetración, con lo que disminuirá el peligro de oxidación.